Pink Floyd - Fearless
En esa presencia invisible y algunas veces intangible que ronda nuestros momentos. Fantasmas que vienen hechos a la medida: los hay de relaciones pasadas, los propios y los ajenos. Nos rondan los espectros de la historia -no los del tipo decapitado de Harry Potter- sino más bien los que pertenecen a nuestra historia personal. O al colectivo que se cuela en nuestros rincones. La violencia, la guerra, el amor y el desamor, los deseos, la incertidumbre e increíblemente también la certeza, constituyen -entre muchos otros- nuestra legión espectral. A diario, casi

Los delata un recuadrito con banderitas en la parte inferior derecha del blog. Lo ven? Entonces, porque no me hacen el favor y dejan un comentario...para variar. *guiño de mi ojo derecho*
Los quiero siempre. Más cuando me retroalimentan.

La vi y lloré. Del foro posterior aguanté dos intervenciones: una niña, hija de un militar que, con la voz quebrada le hizo saber a Uli Stelzner, el director; que ella llegó esperando que la película le dijera algo sobre su papá, militar asesinado por la guerrilla. El público la abucheó cuando dijo que los militares en las tragedias son quienes más colaboran. La segunda, de una mujer que llamó "compañera" a la niña hija del militar y dijo comprenderla, pero luego, mientras su tono de voz se transformaba en la de alguien acostumbra

Releerme me deja claro que soy una adicta a los resbalones por el túnel del piso 7 y medio. Sí, ese mismo por el que se deslizaba el titiritero para convertirse en John Malkovich. Y verlo todo desde otra perspectiva. Y hablarle, porque nunca podemos evitar decirle a los demás como actuar. O al menos lo que pensamos sobre tal o cual situación. Anyway, era de esperarse que a John Malkovich - o sea yo en este nuevo ejercicio del Mapa de Royce- le diera por investigar de donde venía esa voz interna tan fastidiosita. Y descubrió el túnel. Y lo cruzó. En un ejerci

  Y el mar estaba ahí, con su vaivén infinito, lavando este dolor que ha perdido intensidad, pero que persiste e insiste. La noche llegó y se sentó alrededor del fuego. Vi entonces a la brisa soplándo con fuerza, cargando cada bocanada con la sal del océano, luchando por apagarlo. Al fuego. Al dolor. Nada fácil. Ambos presentaron batalla. Al final, el fuego perdió y la brisa se llevó sus cenizas como trofeo de guerra. El dolor? El dolor sobrevive, pero herido de muerte. Al menos con eso me engaña.

Vos moriste y renaciste. Y en el camino decidiste que hacerlo solo era aburrido. Y me pasaste trayendo. Me sacudiste el tapete y ahora te vas, obligándome a reacomodarlo todo. Se vale y te lo  perdono. ¿Qué cosa no podría yo perdonarte? En los términos de una relación que no es, que no fue y que no será, por supuesto que puede perdonarse todo lo que no es, no fue y no será. No podría ser de otra manera. Ahora me toca a mi ver si puedo morir y renacer. Decís que puedo y yo te creo. Ya nos veremos colocho. Te alcanzo al rato para que reinven

La repentina euforia de un deseo dormido y despierto de pronto,la urgente necesidad de comprobar una teoría;la loca gana de saber si aún estoy viva.Ruleta rusa. Una bala en el tambor y un corazón con una diana tatuada al centro.Certero el tiro, limpia la respuesta.Un no, siempre resta. O siempre suma en negativo.De igual forma, pérdida.
Como en toda misión suicida, el leit motiv siempre es confuso. Sin sentido.No había una razón y no la habrá. El imán en este caos.Adrenalina. La emoción de lo imposible, la atracción de lo proh

Con este post cargado de cortesía, quiero amablemente solicitar a las personas que, con toda buena intención y sin que medie de mi parte ninguna solicitud para tal efecto, se toman la molestia de opinar sobre mi apariencia física y en ocasiones también sobre el estado de mi alma.  A la palidez de mi rostro y al cansancio de mis ojos no les hace ningún bien saber que luzco demacrada. Y menos "desmejorada"Dicho esto, suplícoles guardar sus comentarios en la cajita del "No es asunto que me concierna" y hacerse shó.Atentamente.Yo, la Demacrada.

Y soy la peor. La más voluble. Me "decidí": cerré mi cuenta en Twitter. Me mandé un postito elogiándome por ello. Y ya, sin que me de un gramo de pena, me la abrí de nuevo. Así de voluble soy. Y sospecho que eso me forma en la fila de las poco confiables. Mal por mi. Ni modo.

Y los años pasaron. Veinte o treinta. Ya nadie los cuenta. Se observa al espejo. La soledad ganó la batalla y acampó en cada arruga y en sus púpilas, robándose todo el brillo. Recordó esos años primeros, cuando creía que el mundo jamás podría con ella. No con su actitud, no con sus agallas. En dónde las perdió? Cuándo se agotaron sus baterías y no hubo quien la recargara de nuevo? Ya ni lo recuerda. En algún recoveco, la vida le cobró las cuentas. "Si existiera algún botón para darle Reini

Cuatro de la mañana. Ni la luz se ha puesto aún. El único en pie, conmigo, es el silencio. Astuto y confiado, sabe que  es su tiempo. Y yo, no me atrevo a contradecirlo. Que reine. Nadie como él para hacerme sentir más yo. Para obligarme a tomar un receso y meditar. Sin interrupciones. Sin juegos mentales que obligan a divagar. El frío, único y no siempre fiel amigo del silencio, nos acompaña hoy. Obligándome a acurrucar contra el pequeño cuerpecito dormido de mi Esteban. Murmulla algo y se rie. Con esa cascada transparente de sonidos inoc

Al mundo le hace falta complicidad. En el medio del ruido caótico que no comunica nada, que bueno es intercambiar miradas que lo dicen todo. No hace falta bajar la luna, basta con dibujarla. La complicidad requiere algunas cualidades. No cualquiera sabe serlo. Hay que saber estar cuando no se te llama, pero se te requiere. Necesita una buena dosis de lealtad y otra de compromiso. ¿Crítica? Sólo la suficiente. Y muchas ganas de hacer segunda, aún cuando el plan no sea el más recomendable. Y nada de bajas pasiones. Eso es para los amantes. Los cómplices son algo m&aa

Y si. Hay que dejar atrás el afán por la cama perfecta. Por las esquinas nítidas y la vida de película. Eso sería ideal. Intentar dejar las pesadas maletas en la estación y subirnos al tren sin equipaje. Ligeros. Sin carga. Obligarnos a trabajar menos y disfrutar más. Y no hablo de esa satisfacción propia del trabajo bien hecho. Sino de la que dan las cosas sencillas, como una caminata nocturna paseando al perro, un par de horas jugando a los carritos con el más pequeñín de la casa o un café con las amigas. Esas cosas para las que

Hay transacciones injustas. de esas en las que das todo y no recibes nada.
En las que se paga de más y no te entregan el  vuelto.
Billetes de lotería que ni a reintegro llegan.

Descubrí, en mis viajes por la red, que desaparecí del blogroll de una de mis bitácoras favoritas. Así deben sentir quienes llegan a una fiesta y no bailan con nadie. O que cuando la maestra advierte: "vamos a hacer este trabajo en grupo", son los únicos que se quedan sin entrar en uno. Feo.

Me gustan los dias frios. Principalmente porque el frio es, por razones prácticas, mejor que el calor. Más manejable. El frío se quita tapándose. A más frío, más trapos. En el caso contrario, a más calor menos ropa, hasta que llega el momento en que no queda más que quitarse y el calor sigue ahi. Insoportable. Sin embargo, el frío tiene sus problemas: a veces es tanto, que no puedo moverme. Cosa extraña, porque la teoría dice que si me muevo entraré en calor. Pero no quiero, simplemente. Todo lo que quiero es una taza calie

Siempre he creído que la vida es como una rueda de carreta. Me parece incluso que esa es una metáfora que robé de algún episodio de Bonanza, de esos que mi mamá veía sin falta todas las tardes, antes de su siesta. Una rueda de carreta que gira sin parar, como hacen las ruedas mientras avanzan. Y que algunas veces te lleva arriba y otras veces, abajo, dentro del lodo. El 2009 sin duda ha sido mi turno de pasármela rodando en lodo. Lento, sucio y doloroso.Y no puedo evitar una sonrisa mientras pienso que a este año poco memorable para mí, le quedan las

Y,  pienso seriamente cerrar este blog.
Desde mi bipolaridad se consideran cosas drásticas.
No sucede que se me acabó el que decir.
Más bien las ganas.
Hasta nuevo aviso, mutis por el foro.

Faltaron lágrimas. Las mejillas áridas como desiertos infinitos.
No hubo un río salado que arrastrara a la tristeza. Solo silencio.
Faltaron lágrimas. Aposté a una lluvia interminable.
Un diluvio de dolor que no dejaría nada en pie.
No pasó nada y pasó todo.
Sobró el silencio.

Un árbol. O dos. Un bosque.
Sombras a la luz de la noche, en donde la imaginación se esconde.
Vuelve y revuelve, se juega todo y espera nada.
Sentí, a pesar de saber que no está. Tampoco estará, estoy segura.
Es  lluvia que cae, suave y pertinaz. Fugaz.
Enfriando mi rostro. Lavando así, manías suicidas.
Boleto de ida, a una ciudad sin nombre. Viaje sin maletas.
Se irá, pero no sin huella. Ojalá, no mañana.

 Madrugada. El silencio sería absoluto, de no ser por la lluvia que cae incesante. Suave, pero copiosa. Camino descalza por el piso frío. Vestida de blanco y con el cabello suelto, perfectamente podría convertirme en la historia nocturna que le roba el sueño a más de un pequeñín. Voy hasta mi jardín. Qué buena idea ha sido colgar una hamaca en la pérgola. Tengo palco de lujo para ver amaneceres desde ahí. Este silencio es mi favorito. No el silencio que viene de una casa vacía, sino el que me indica que hay calma. Niño

Lo había pospuesto mucho. Por esa manía de considerar superficial cualquier gasto que no sea en el super o que cancele una factura de servicios. Tacaña dice mi gente. Pero hoy, como premio a la paciencia que he desarrollado como mamá-chofer (o debería decir chofer-mamá, por aquello de la jerarquía de oficio?), me regalé una de estas hermosas cubiertas para mi MacBookPro. ¡Se ve espectacular! Definitivamente que fue un upgrade de los mejores para mi amada compañera de correrías. Fui buscando un diseño de Brandi Milne , pero para no

Norah Jones - Chasing PiratesIn your message you said, you were going to bedBut i?m not done with the night.So I stayed up and read, but your words in my head got,Me mixed up so I turned out the light.And I don?t know how to slow it down.My mind?s racing from chasing pirates.Now I?m having the squeams, while the silliest thingsAre flapping around in my brain.And I try not to dream of the impossible schemes,That swim around wanna drown me in synch.And I don?t know how to slow it downOh My mind?s racing from chasing pirates.x2My mind?s racing from chasing piratesMy mind?s racing from chasing pirates

Mi esposo me dijo hace unos días "No escribás más de política. Muchos lo hacen" y pensé que tiene razón. Finalmente, yo ni tengo un entorno que avale ese tema: no soy economista, socióloga,  no participo en la vida política de mi país...
Entonces dejé de escribir sobre eso, porque su solicitud  me pareció lógica. Pero han pasado los días y por supuesto, han acontecido hechos en mi país y en los ajenos, que aún cuando no sepa correctamente como interpretar o no tenga una opinión que resul

El aroma escapa de la cocina. Es inconfundible. A medida que me acerco, percibo el particular olor a papa cocida. Me acerco un poco más y descubro zanahoria y cilantro, fusionados en una danza que estimula mis sentidos. Y mis recuerdos. Mientras avanzo un par de pasos más, lo adivino. Ya no está acá, pero su recuerdo si. Y sus colores son aún más vívidos que ayer. El aroma de yuca cocida me obliga a detenerme. Aspiro y sonrío. Una lágrima amenaza con caer sobre mi mejilla. Casi siento escucharlo, afanado frente al fuego, moviendo con la paleta el hume